La colonia de San Pedro Alcántara obtuvo en 1867 los beneficios de las leyes de fomento de la población rural, sobre todo ventajas fiscales para el propietario y exención del servicio militar para los colonos, en relación de arrendamiento o aparcería. Tenía como objeto principal el cultivo y molienda de la caña de azúcar, un negocio en auge en esos momentos en la costa mediterránea andaluza.
Su superficie, de 3.300 hectáreas, se distribuía entre Marbella, Benahavís y Estepona, en la Costa del Sol Occidental, donde el azúcar y el hierro dominaron su economía durante la segunda mitad del siglo XIX. Levantándose el caserío (actualmente una localidad con más de 30.000 habitantes), en el primer término citado.
Fue promovida por el militar y político Manuel Gutiérrez de la Concha, marqués del Duero desde 1847. No disponía de fortuna personal pero administró el de su esposa, marquesa de Revilla y condesa de Cancelada, vendiendo numerosas propiedades dispersas por toda España para formar dos latifundios, uno cerca de la capital malagueña, el otro era San Pedro Alcántara. Éste se comenzó a formar en 1857, y 1860 se puede considerar el año de fundación del nuevo pueblo, que llegaría a tener unas 200 casas, además de iglesia, casa administración y otros edificios para usos agropecuarios.
En la colonia se pretendió una agricultura innovadora, con la extensión del regadío, análisis de tierra, participación en exposiciones, empleo de moderna maquinaria, el proyecto de una granja modelo y la contratación de técnicos especializados, como ingenieros industriales y agrícolas. En 1871 comenzó a funcionar la fábrica azucarera, culminándose la integración vertical del establecimiento.
En 1874 la finca se vendió a los prestamistas principales, Joaquín de la Gándara y Luis de Cuadra, por las grandes deudas contraídas. Ambos constituyeron en 1875 la Sociedad Colonia de San Pedro Alcántara. Hicieron fuertes inversiones, sobresaliendo la construcción de cuatro embalses entre la década de 1880 y comienzos del siglo XX, destacado conjunto del regadío español de esos años. En la gestión continuó un relevante capital humano, francés sobre todo, ya que la fábrica fue vendida a una empresa de esta nacionalidad, con fuerte aportación de la Fives-Lille, que durante algún tiempo cultivó remolacha, aunque pronto se volvió a la caña. Por su parte, la población ascendió hasta 2.000 habitantes, jornaleros en esos momentos.
En 1903 la Sociedad General Azucarera de España adquirió la fábrica de San Pedro Alcántara, en 1910 el resto del latifundio. En este traspaso se percibe un fuerte componente especulativo, en especial en torno a Luis de Cuadra Raoul, segundo marqués de Guadalmina, quien al pertenecer como importante accionista a las sociedades vendedora y compradora, obtendría grandes beneficios. Con posterioridad, la fábrica azucarera, amenazada desde hacía años por la menor productividad de la caña frente a la remolacha, extendida ésta por varias regiones españolas, cerraría en 1915, mientras la alcoholera continuaría en funcionamiento hasta la década de 1930, cuando la compañía parceló la antigua colonia para su venta.