La estrategia clásica de las actividades de Inteligencia se basa en un enfoque mecanicista y exclusivamente securitario, así como en el empleo de recursos de información confidencial. Este enfoque se ha demostrado por sí solo ineficaz, por cuanto solo permite una actuación frente a riesgos ya conformados, que limita las posibilidades de respuesta respecto a lo que puede hacerse multidisciplinarmente en las etapas embrionarias del riesgo. Por ello, el autor recomienda un enfoque de inteligencia prospectivo y holístico, susceptible de integrar conocimiento generado en abierto por instituciones como universidades y empresas, dejando la inteligencia reactiva como una labor más policial que propia de los servicios estatales de inteligencia.