El programa cuidemos la costa (CLC) es una adaptación del proyecto Coastwatch Europe diseñado en Irlanda por Karin Dubsky y colaboradores (1987). CLC se desarrolla en varias provincias andaluzas desde 1985, como parte un programa más amplio de educación ambiental conocido con el nombre de “ALDEA”. Este último está funcionando en Andalucía desde 1990 para integrar la educación ambiental (EA) en el sistema educativo andaluz de forma proactiva, contribuyendo a la conservación de nuestro entorno.
La evaluación de los programas de educación ambiental es el principal medio para la mejora continua de los mismos y, por tanto, también para promover acciones y actitudes que contribuyan a la sostenibilidad de nuestro entorno. Por este motivo, y en un contexto de colaboración entre el máster en educador/a ambiental, de la Universidad de Málaga, y el Servicio de Espacios Naturales Protegidos (Junta de Andalucía), los autores de este estudio se propusieron la evaluación de varias actividades del programa CLC.
Cuidemos la costa posee dos actividades principales, en las que se ha centrado el presente estudio: “Proyecto Correlimos” y “Formación”. La puesta en marcha de ambas actividades implica la movilización de recursos de índice económico, material y personal, lo que justifica per se la realización de una evaluación, además del interés por proponer nuevas mejoras.
La evaluación se llevó a cabo contando con los coordinadores y profesores participantes en el programa CLC en la provincia de Málaga (2013-2014). El material e información con el que se ha trabajado ha sido recogido y proporcionado por la administración competente. La información se obtuvo a través de cuestionarios abiertos que se realizaron tras la finalización de las jornadas formativas. Esta información se ha enriquecido con la realización de entrevistas. Para el tratamiento de los datos se aplicó un método mixto (cualitativo y cuantitativo)
Los resultados obtenidos de esta evaluación permitieron identificar varias propuestas de mejora. Propuestas que pueden incrementar tanto la calidad como la eficacia del programa CLC, además de servir de motivación a la comunidad educativa participante, a fin de generar un mayor compromiso en su desarrollo.