El cabildo antequerano, ante las penosas condiciones de vida sufridas en la cárcel de la ciudad, actuó promoviendo la creación de una corporación de laicos, que bajo la intitulación de de la Cofradía de los Pobres de la Cárcel se encargó, a partir de las postrimerías del siglo XVI, de dar alimento, asistencia médica y espiritual, a aquellos reos sin medios para financiarse su propia subsistencia dentro de la prisión. En el presente artículo analizaremos el reglamento del cual se dota dicha cofradía, la condición social de los hermanos, así como las vicisitudes planteadas por el contexto político-económico de la época, intentando establecer analogías con su homónima, constituida unos años antes en la capital malagueña. Las fuentes documentales utilizadas se conservan en el Archivo Histórico Municipal de Antequera. Concretamente, haremos referencia a las Actas Capitulares, desde el año de la fundación en 1595, hasta bien entrado el siglo XVII, y a los inventarios de penados y cofrades, incluidos ambos en la Sección de Cárcel Pública.