Un espacio turístico debe de cuidar los recursos que posibilitan su desarrollo. Si no fuese así incurrimos en planteamientos poco equilibrados -insostenibles-. Si uno de los recursos principales en el modelo turítico objeto de análisis, es la playa, la calidad medioambiental de sus aguas de baño debe ser un aspecto prioritario a cuidar y mantener porque de ello también depende el turismo. El artículo que se presenta analiza la calidad de las aguas del baño en la Costa del Sol Occidental desde 1995 a 1999, relacionando los índices oficiales con las causas contaminantes. Posteriormente examinaremos si la demanda turística percibe las mejoras introducidas.