Más de cuatro décadas e ingentes fondos financieros jalonan la política regional de la Unión Europea. La cohesión económica y social es hoy una cuestión primordial para la Comunidad y está recogida en los Tratados y numerosos Reglamentos que la encauza. La multitud de Instrumentos Financieros dedicados a amainar los desequilibrios regionales habla bien a las claras de los numerosos problemas con que se enfrenta la Unión, que se iban agrandando a medida que se incorporaban nuevos miembros. Pero aún hoy subsisten grandes diferencias internas que están retardando la convergencia real de las regiones, que se acentuarán en los años próximos cuando se vayan incorporando los nuevos países de Europa Central y Oriental que aspiran a su ingreso.