El Concilio de Trento impulsó la fundación de instituciones destinadas a la formación de los futuros clérigos, dando potestad máxima a los obispos de las respectivas diócesis. En el caso malagueño la erección de su Colegio Seminario se produjo a finales del siglo XVI, aunque las primeras Constituciones datan de 1604. Tal reglamentación, avance de otra prevista más extensa, nos informa al detalle sobre los aspectos que preocupaban reglar en dicho centro bajo el episcopado de don Juan Alanso de Moscoso.