A principios de siglo, la necesidad de vivienda por parte de sectores de población de escasos recursos no podían acceder a ella en propiedad les obligó a buscarla en el mercado de alquiler, o bien optar por alojamientos irregulares -generalmente en la periferia de la ciudad-. Si en algunas ciudades del área andaluza fueron los corralones los encargados de acoger a esta población, en Argentina fueron los conventillos e inquilinatos; aunque los bonaerenses son los más conocidos, no estuvieron ausentes del resto del pais. Nuestro trabajo de este tipo de alojamiento en una de las ciudades del interior, San Miguel de Tucumán, mostrando el origen, evolución y situación actual de los inquilinatos de principios del Siglo XX.