La peculiar morfología de los asentamientos de población del Área Metropolitana de Málaga, tanto concentrados como dispersos, junto a una singular organización y dinámica territorial dan lugar a un modelo de relaciones y flujos que los vincula, a la vez que los diferencia, a todos ellos. En este contexto, los sistemas urbanos en su pugna con los sistemas agrarios por el medio rural como soporte espacial del desarrollo de ambos tienden a modelar las estructuras agrarias de acuerdo a sus necesidades, cuando no intentan hacerlas desaparecer.