El XIX fue el gran siglo de la literatura de viajes, marcada hondamente por el signo del Romanticismo. Las obras de los viajeros extranjeros constituyen un excelente testimonio para el conocimiento de España y, en especial, de la visión cargada de tópicos que de este país tenían en Europa. La ciudad de Málaga fue una de las más visitadas de Andalucía, debido principalmente a sus atractivos naturales y económicos. En este primer trabajo sobre los viajeros y el arte malagueño, analizaremos las impresiones que en aquellos producía su urbanismo, precisamente lo que menos valoraban de Málaga.