Quizá la condición de objeto que tenían los seres humanos en el esclavismo diluya, al estudiarlos, la identificación sexual. Sin embargo, era frecuente la preferencia por las hembras frente a los varones. Aquéllas reunían una serie de condiciones que las hacían más apetecibles para sus compradores: eran trabajadoras domésticas o en todo tipo de trabajos como los varones, pero además eran vientres fecundos capaces de aumentar el ganado humano al tiempo que se convertían en objeto de placer de sus amos. Estos aspectos son los que analiza el autor en este artículo para situar en su contexto a las mujeres esclavas.