El rigorismo teórico fue una de las características más acusadas del jansenismo, movimiento religioso que desató en Francia una tormentosa y larga controversia, cuyas repercusiones las podemos ver en la Málaga de la segunda mitad del SVII en torno a la figura de fray Alonso de Santo Tomás por su intransigencia en cuestiones morales. Las constituciones del Sínodo celebrado en 1671, bajo la influencia y supervisión de este prelado, son una muestra evidente de rigorismo práctico que trató de imponerse en la sociedad malagueña durante las últimas décadas del siglo XVII.