Introducción: La pérdida de trabajo se ha considerado como un estresor vital mayor en la vida adulta de las personas, asociada a mayores problemas de salud y desajuste psico-social. El papel de las estrategias de regulación que las personas ponen en práctica, después de un evento estresante, se considera clave en el desarrollo y mantenimiento de esas consecuencias psicológicas adversas. Objetivo: Nuestro objetivo es examinar las estrategias de regulación utilizadas por una muestra de desempleados y las relaciones de estas estrategias regulativas con su calidad de vida. Método: A través de un diseño transversal no aleatorio, un total de 1125 adultos desempleados participaron en el estudio cumplimentado las medidas de regulación emocional (CERQ) y calidad de vida relacionada con la salud (SF-12). Resultados: Los análisis de regresión indicaron que cinco estrategias (menor uso de auto-culpa, rumiación, catastrofismo y mayor reevaluación positiva y refocalización positiva) y tres estrategias (menor uso de catastrofismo y rumiación y mayor de planificación) tenían una contribución significativa en la predicción de la salud mental y física, respectivamente. Conclusiones: Nuestros hallazgos sugieren el valor potencial de incluir en los programas de formación para desempleados el entrenamiento de estrategias regulativas adaptativas para complementar las intervenciones dirigidas a la calidad de vida y, por consiguiente, las opciones de empleo de la población desempleada.