Los profesores universitarios han de llevar a cabo actividades docentes,
investigadoras y de gestión. Sin embargo, tradicionalmente ha prevalecido en las Escuelas
de Arquitectura la idea de que la formación de profesionales constituía la única misión de
los centros, quedando relegada la investigación a unos pocos, muy pocos en un
principio. Desde que el Plan de Estudios de 1957 estableciera el título de Doctor en
Arquitectura mediante la realización de tesis doctorales, la componente investigadora fue
adquiriendo entidad, primero de manera precaria y minoritaria, intensificándose
posteriormente, poco a poco, hasta alcanzar una cierta entidad, tratando de converger
con los campos de mayor tradición y desarrollo investigador. Por mas que aún no
puedan homologarse, ni quizá deba hacerse por el mismo rasero de los centros científicos
y tecnológicos puros.