La investigación se centró en indagar sobre los procesos de rendición de cuentas en educación, en general, y con relación a la educación superior, en particular. Lo último, por cuanto representa el nivel educacional que en Chile mayormente adolece de sistemas integrados de información, supervisión, control y regulación. Con crecientes pérdidas de credibilidad y confianza respecto a sus procesos de gestión educativa y a la calidad de la propia educación.
La investigación permitió, por un lado, identificar las variables relevantes en la rendición de cuentas en la educación superior y, por otro, contrastar dichas variables con la evidencia empírica. Cumpliendo con la finalidad de hacer visible, transparente y explícita la actividad educativa, sus procesos y resultados.
En lo metodológico el estudio adopta, en principio, una tipología descriptiva, pretendiendo examinar la evolución de los elementos o variables que configuran la política educacional en Chile. Describiendo su aplicación normativa, con énfasis en las variables de la accountability educacional identificadas por el Programa de Promoción para la Reforma Educativa en América Latina (PREAL). Para luego proseguir con una tipología correlacional-causal, pretendiendo analizar y evaluar la relación de largo plazo entre las variables; gasto público en educación superior, capital humano avanzado, productividad y remuneraciones.
En cuanto a los resultados, se pudo constatar empíricamente que durante el período bajo estudio Chile adolece de un sistema o modelo de accountability que incorpore la totalidad de las variables identificadas por el PREAL. No se asume ni de facto, ni menos de manera formal un sistema de rendición de cuentas. En muchos aspectos se evidencia que la actuación del Estado frente a problemáticas del sistema de educación superior, ha sido aludir a la autorregulación desde la lógica de un mercado libre, en donde la educación es un bien de consumo. Complementariamente, los análisis econométricos vía regresión y cointegración, desestimaron una relación de largo plazo entre las principales variables de la economía de la educación, como son; gasto público, capital humano avanzado, productividad y remuneraciones del trabajo calificado. Finalmente, la investigación dio cuenta que la rentabilidad de la educación superior en Chile a partir de 1990 crece significativamente llegando a alcanzar su peack el año 2000 con un 27%. Lo que ha posibilitado el explosivo crecimiento de la demanda y de la oferta de la educación superior, llegando a cuadruplicar su matrícula durante el período bajo estudio, pasando de 249.482 estudiantes en 1990 a 1.068.23 estudiantes el año 2011. No obstante, en la última década se ha observado una no despreciable disminución de la rentabilidad de la educación superior a un 19%, que es similar a la obtenida para el año 1990. Puede ser éste un antecedente importante para inferir que las brechas de ingresos para los distintos niveles educativos estén comenzando a reducirse, pudiendo provocar en un futuro no muy lejano, un ajuste del mercado de la educación superior en Chile, que fundamentalmente se exprese en una contracción de la oferta y demanda de educación superior.