La fundación de un pequeño convento en su cima a comienzos del Quinientos, la
elección como última estación de penitencia por las cofradías de pasión locales –dada la
similitud con el Monte Calvario–, unidas al hecho de constituir una tribuna privilegiada,
desde la cual admirar la rica y fértil vega antequerana, hacen del cerro de la Vera-Cruz uno
de los lugares más emblemáticos de la urbe, donde se celebraban cultos litúrgicos, rituales de
bendición de los campos, rogativas pro pluvia, conjura de las plagas amenazadoras del agro,
entre otras manifestaciones culturales y religiosas. De todos estos asuntos nos ocuparemos
a continuación, incidiendo en la historia de la institución piadosa que lo corona y en uno de
sus servicios más desconocidos: la teórica hospitalidad prestada por las beatas a peregrinos
y transeúntes.
The foundation of a small convent in their top to beginnings del Five hundred,
the election like last station of penance by the local brotherhoods of passion –given the
similarity with Monte Calvario–, united al made constitute a tribune privileged, from as to
admire the rich and fertile antequerana valley, does del hill of Vera-Cruz one of the most
emblematic places of the large city, where liturgical cults were celebrated, ritual of blessing
of the fields, rogations pro pluvia, swears in of the threatening plagues del land, among other
cultural and religious manifestations. Of all these subjects we will take care next, affecting
the history of the pious institution that crowns it and one of its services more not knowing:
the theoretical hospitality lent by the very devout women to travelling and the passers.