El contencioso entre la ciudad de Málaga y su contador por el disfrute de las vistas de las Casas Capitulares nos permite ilustrar algunas de las pautas de comportamiento seguidas por la élite local malagueña y de su dinámica de lucha por la consolidación de privilegios, un acercamiento a la cultura y mentalidad del Antiguo Régimen. El honor, entendido no solo como virtud individual sino también como patrimonio colectivo, era la más preciada prerrogativa de las clases dirigentes.
The dispute between the city of Malaga and its accountant for the enjoyment of the views from the Chapterhouses allows us to illustrate some of behaviour lines followed by the local Malaga’s elite and its dynamics struggle for the consolidation of privileges, one approach to culture and mentality of the Ancient Regime. The honour, understood not only as one individual virtue but also as collective heritage, was the most cherished prerogative of the ruling classes.