Las presas Conde de Guadalhorce y Guadalhorce-Guadalteba constituyen el Sistema de explotación Presas del Guadalhorce cuyo principal objetivo es garantizar el suministro de agua a la ciudad de Málaga y las dotaciones para el regadío de unas 9.600 hectáreas en el valle del Guadalhorce. Desde la puesta en servicio de la presa de Guadalhorce-Guadalteba, en el año 1973, se detectaron una serie de surgencias de carácter salino, aguas abajo de ésta, que llegaron a suponer un grave problema para la gestión del Sistema. El problema, de cara a la calidad del agua bruta suministrada al abastecimiento de Málaga, se ha minimizado a partir de la entrada en servicio de la planta desalobradora de El Atabal, en el año 2005. No obstante, se mantiene en cuanto al agua destinada al regadío del valle del Guadalhorce y, por ello, entre enero de 2010 y mayo de 2011, se ha llevado a cabo un control hidrodinámico e hidroquímico de los principales puntos identificados de descarga de agua salinizada, a lo largo del tramo comprendido entre el pie de las Presas del Guadalhorce y el contraembalse de La Encantada. Estos controles se han apoyado además en los datos históricos recopilados por el Servicio encargado de la explotación del Sistema.
Los resultados de este primer análisis ponen de manifiesto que los puntos de descarga situados en la margen izquierda del río Guadalhorce muestran una clara conexión con las aguas del vaso de Guadalhorce, de carácter salino, mientras que las situadas en la margen derecha deben su salinidad a contactos naturales entre materiales de naturaleza salina (facies Keuper) y calizas jurásicas que afloran en la región.