En este artículo abogamos por la introducción del derecho perfecto al trabajo en la discusión sobre el futuro del estado social que ha surgido con ocasión de la emergencia sanitaria, económica y social provocada por la Covid-19. Constataremos de qué modo esta pandemia ha exhibido las insuficiencias de nuestros sistemas de aseguramiento social en un contexto de sociedad del riesgo y cómo, en consecuencia, se ha abierto un profundo proceso de reflexivo en el que se cuestionan los fines y medios del estado de bienestar, y en el que se sopesa su futura remodelación. Apreciaremos que en este debate, tanto en el plano político cuanto doctrinal, han adquirido un protagonismo notable las propuestas que pretenden la instauración de mecanismos universales de protección social de corte prestacional o rentístico, especialmente, dentro de estos, el que denominamos “renta básica universal”. Aquí, desde una posición crítica, trataremos de presentar el derecho perfecto al trabajo como una alternativa equiparable a la renta básica que, incluso, superaría algunos de los déficits de legitimidad que a ésta se le imputan.