En este capítulo se plantea que la literatura y la traducción son ejercicios de autorreflexión. La escritura es traducción comparten un vínculo de “invención” que hace necesario acercar los discursos y las diferentes teorías producidas con el crecimiento de los estudios de traducción, literarios y culturales. Las claves con las que abordamos este cambio de paradigma son la octava y la novena tesis del libro de Emily Apter, The Translation Zone (2006), donde se postula que "la traducción es el asalto edípico a la lengua materna" y que "la traducción es la pérdida traumática de la lengua materna". A partir de estas premisas, entre otras, se analiza la versión de La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik y el capítulo "La noche de las amigas" de la obra.