El ensayo aborda el mito de Eco y Narciso desde una perspectiva filosófico-jurídica, analizando la estructura sexuada del derecho romano y su influencia en el derecho moderno occidental. Al analizar el mito como representación de la relación institucional entre lo masculino y lo femenino, ilumina la lógica del derecho narcisista, donde lo masculino monopoliza el discurso jurídico, relegando lo femenino a un rol de ausencia o mero reflejo. Narciso simboliza un sistema jurídico autocomplaciente, centrado en sí mismo, que se construye sobre la exclusión y subordinación de lo femenino, ejemplificado en Eco, quien pierde cuerpo y voz propia, condenada a replicar las palabras del otro. La autora critica que ni siquiera los estudios pioneros de Bachofen han analizado este mito como una metáfora del orden jurídico patriarcal, donde el principio masculino define las normas y excluye lo que no refuerza su dominio. En este derecho narcisista, la mujer, encarnada en Eco, aparece sólo como “ausencia” y como herramienta de legitimación del poder masculino, mientras que Narciso refleja un sistema jurídico que se consume en su propia lógica autorreferencial. Esta lectura resalta no sólo la crítica al patriarcado, sino también la urgencia de reconfigurar el marco jurídico desde una perspectiva que integre lo femenino como presencia activa y no como eco subordinado.