El trabajo analiza el fracaso de la resistencia pasiva del escribiente de Melville como una metáfora de la imposibilidad de formular una preferencia negativa ante la Ley. A través de su reiterada negativa, "preferiría no hacerlo", Bartleby cuestiona la estructura autorreferencial y excluyente del sistema jurídico, que se deshumaniza en su formalismo. Este análisis se nutre de las ideas de Cornelia Vismann, quien conceptualiza las "cancelas" como espacios de tránsito en los que el derecho se formaliza y se distancia de su dimensión literaria y emocional. Vismann interpreta la negativa de Bartleby como un acto performativo que expone las tensiones entre el derecho moderno, que se presenta como autopoiético, y su olvido de los fundamentos narrativos y humanos que lo sustentaban en la premodernidad. Así, Bartleby encarna una crítica profunda de los límites del derecho occidental, señalando la necesidad de reconciliarlo con su dimensión literaria, la única capaz de devolverle un rostro humano.