La principal aportación de María Zambrano a la historia de las ideas es la razón poética. La pensadora reclama palabras del lenguaje común, y las usa para expresar lo que de otra manera sería inefable, con intención de superar las limitaciones de la razón discursiva. Por ello dirige su atención a lo que ella considera otros tipos de saberes. La mística, la poesía y, también, el arte, se incorporan a este pensamiento auroral. Busca complementar la razón con los matices de los que nos proveen los sentidos, las emociones, la experiencia propia, la intuición e, incluso, los sueños, en busca de un tipo de racionalidad más afín a lo que significa ser persona. Como resultado, el lenguaje de la razón poética es elusivo y sensorial; está repleto de imágenes, ensoñaciones, delirios, símbolos y metáforas. En este contexto, la contribución analiza la labor fotográfica de Sergio Romero. Propone una mirada inédita sobre la misma, una vía de entrada alternativa. El autor entra en diálogo con el pensamiento de Zambrano. El reto pasa por realizar un complejo y arduo trabajo de indagación filosófica y fotográfica para plasmar lo intangible, hablar de lo invisible a través de lo visible. La seducción que este conocimiento ejerce se devuelve intervenida, filtrada por las posibilidades estéticas de la operación fotográfica, que está alerta a lo que la realidad ofrece en el ejercicio de la búsqueda de asociaciones, que se provee de una mirada escrutadora y atenta. Se trata de poner en valor el papel que juega la imagen dentro del inagotable marco de la razón poética y, a la vez, abrir otra vía de acceso al legado de la filósofa. Si bien las palabras son evocadoras, y dentro de la razón poética adquieren un significado propio, nos sugieren mundos que proyectamos según nuestra experiencia, conocimiento y sensibilidad. De esta manera, se aborda este itinerario iniciático con el cual se propone una vía de acceso visual al universo zambraniano.