La investigación sobre realidad virtual (RV) junto a poblaciones ne rodivergentes tomo un primer punto de partida fundamental en los años 90 (Alcañiz et al., 2019). Gracias a estos estudios, los cuales comenzron con muestras experimentales muy limitadas, se pudo comenzar a explorar los beneficios y limitaciones de la RV en dicha población.
Desde entonces, se ha explorado la aceptación de la RV en diversos perfiles neurodivergentes en contextos como el entrenamiento en habilidades diarias (Strickland, 1997), entrenamiento de habilidades sociales (Cheng et al., 2015) reconocimiento emocional durante actividades sociales (Ip et al., 2018; Lorenzo et al., 2016), entrenamiento ante situaciones peligrosas cotidianas (Josman et al., 2008), entre otros ámbitos que han permitido comprender mejor el comportamiento de la población neurodivergente ante este tipo de estímulos, así como las prestaciones y oportunidades de la RV en estos contextos de estudio y entrenamiento. No obstante, aunque la RV se ha comprobado como una herramienta potencial y con un óptimo umbral de aceptación por parte de los participantes neurodivergentes durante la experimentación de estos estudios, aún son poco las investigaciones que han profundizado acerca del potencial de esta tecnología para ser integrada en el espacio docente
cotidiano destinadas a docencia para perfiles con necesidades específicas.