Nine species of "Cheilantoid ferns" are known to grow in Macaronesia and the Mediterranean basin. Two of them (lacking a pseudo-indusium and having the basic chromosome number X = 29), both aggregate species which we prefer to retain in Notholaena, are not included in this study. The other seven species (with distinct pseudo-indusium and the basic chromosome number X = 30), which we accept as members of the genus Cheilanthes Sw. sensu stricto, were subjected to detailed genome analysis of their natural and experimentally produced hybrids and shown to represent an aggregate of four very distinct ancestral diploids and three allotetraploids. The latter must have once been formed by chromosome doubling in the three diploid hybrids of C. maderensis Lowe with the other three diploid species. Theoretically three more allotetraploids would be possible but their formation has obviously been prevented by the geographical separation of the three respective diploids. The most widely distributed of the tetraploids, i.e. C. pteridioides (Reich.) C.Chr. has also been resynthesized from its ancestors (still sympatric) under experimental conditions. The intermediate morphology of the allotetraploids (as compared with their diploid ancestors) is obviously the reason why their status and existence has so long escaped recognition in Europe. These seven species form a natural group and, in our opinion, should not be divided into sections.
Se conocen nueve especies de "helechos Cheilantoides" que viven en Macaronesia y la cuenca Mediterranea. Dos de ellos, (sin pseudoindusio y con número cromosómico básico X = 29) que preferimos incluir en Notholaena, no se estudian en este trabajo. Las otras siete especies (con pseudoindusio y número cromosómico básico X = 30) que reconocemos como miembros del género Cheilanthes Sw. sensu stricto, fueron objeto de un análisis detallado del genoma de sus híbridos, tanto de los naturales, como de los producidos experimentalmente mostrando un agregado de cuatro ancestrales diploides muy distintos y tres alotetraploides. Estos últimos deben haberse formado por duplicación de los cromosomas en los tres híbridos diploides resultantes del cruzamiento de C. maderensis con las otras tres especies diploides. Teóricamente son posibles otros tres alotetraploides, pero su formación se ha impedido por la separación geográfica de los 3 diploides respectivos. Los tetraploides más ampliamente distribuidos, como por ejemplo Cheilanthes pteridioides (Reich.) C. Chr., han sido igualmente resintetizados a partir de sus ancestros bajo condiciones experimentales. La morfología intermedia de los alotetraploides (comparada con sus ancestros diploides) es obviamente la razón por la que su existencia y status han pasado inadvertidos en Europa. Estas siete especies forman un grupo natural que, en nuestra opinión, no debe ser dividido en secciones.