Emilia Pardo Bazán viaja a Roma, de diciembre de 1887 a enero de 1888, para asistir al jubileo de León XIII . Consecuencia de este viaje es la redacción de una serie de crónicas periodísticas que se materializarían en su primer libro de viajes: "Mi romería" (1888). En este capítulo se analiza en profundidad un libro olvidado por la crítica pardobazaniana, donde la autora gallega aporta su visión personal de su peregrinación a Roma. "Mi romería" es un libro importante en su trayectoria literaria, pues recoge características que desarrollaría posteriormente en sus restantes libros de viajes: carácter ecléctico y digresivo, formato epistolar, literatura por entregas, culturalismo, viaje que engloba otros itinerarios paralelos, amenidad de estilo...