Los elementos anatómicos que en el ser humano impiden el reflujo de sangre desde la aorta y la arteria pulmonar hacia los ventrículos izquierdo y derecho son las válvulas aórtica y pulmonar, respectivamente. Cada válvula consta normalmente de tres valvas (cúspides), cada una sostenida por su seno valvular. Desde el punto de vista médico, cada conjunto de tres valvas y senos valvulares se considera una unidad morfofuncional. Esta noción también se aplica a las aves y a los mamíferos no humanos. Sin embargo, las estructuras que impiden el retorno de la sangre al corazón en otros vertebrados son notablemente diferentes. Esto ha provocado discrepancias entre médicos y zoólogos a la hora de definir qué es una válvula del tracto de salida cardíaco. El objetivo aquí es comparar la anatomía general del sistema valvular del tracto de salida entre varios grupos de vertebrados para comprender las controversias conceptuales y de nomenclatura en este campo.