Las diferentes variedades dialectales de una lengua mantienen relaciones asimétricas. En ocasiones, los hablantes de una variedad estigmatizada tratan de alterar la relación de fuerzas deshaciéndose de su estigma e incrementando su prestigio lingüístico. La traducción constituye uno de los mecanismos que permite elevar la categoría de una variedad estigmatizada: al traducir una obra canonizada hacia la variedad no dominante, se produce una transferencia de capital simbólico desde la obra hacia la lengua de llegada, de manera que esta consigue presentarse como una lengua de cultura. En este trabajo estudiaremos la traducción de Le Petit Prince que Juan Porras ha realizado en una de las hablas andaluzas más estigmatizadas en España. El objetivo de esta traducción es reivindicar esta variedad y presentarla como el reflejo de una identidad andaluza alienada durante siglos por la colonización castellana, según el traductor. Además de describir las características lingüísticas de esta versión, analizaremos las críticas de las que ha sido objeto. Esta recepción tan adversa nos permitirá evaluar el grado de conciencia lingüística que existe actualmente en Andalucía y compararlo con el de otras comunidades de habla que sí han acogido favorablemente este tipo de traducciones reivindicativas de una identidad nacional.