Los datos revelan que la duración y calidad del sueño en adolescentes es insuficiente debido a cambios madurativos que afectan al cronotipo, así como factores ambientales como demanda de tareas escolares, uso de estimulantes, obligación de levantarse muy temprano, uso de pantallas durante el día y antes de acostarse. El objetivo principal de este estudio es describir y analizar la posible relación entre cibervictimización, ciberagresión, uso problemático de las tecnologías (i.e., teléfono móvil, redes sociales e internet), inteligencia emocional, ideación suicida, insomnio, calidad de sueño y preferencia circadiana en una muestra de adolescentes a través de la realización de cuestionarios. Se realizó un estudio transversal con 304 adolescentes (12-18 años) que cursaban desde primer hasta cuarto curso de secundaria en dos centros públicos de la provincia de Málaga. Se realizó un análisis descriptivo con la muestra total y separada por sexos y por cronotipo. Los resultados indicaron una relación significativa en la muestra total y en las muestras separadas por sexo, afectando especialmente a las chicas, y por cronotipo entre la ciberagresión y el ciberacoso, el uso problemático de las tecnologías, la calidad de sueño, el insomnio y la ideación suicida. Un tercio de los participantes mostró insomnio subclínico o clínico. En la muestra analizada, ciberagresión y ciberacoso se relacionaron significativamente con mala calidad de sueño, insomnio e ideación suicida. Las chicas informaron de mayores niveles de cibervictimización, que se relacionó de forma más robusta con uso problemático de las tecnologías, alteración del sueño, insomnio e ideación suicida. La falta de sueño empeora la capacidad para la regulación emocional, se considera que, junto a otras estrategias, el tratamiento del uso problemático de dispositivos conectados a internet y la mejora de los hábitos de sueño puede tener efectos beneficiosos en las víctimas de ciberacoso.