El subtítulo del libro sintetiza la finalidad didáctica del monumento como género artístico al servicio del poder y la ideología de las élites dirigentes en un momento histórico concreto. Un monumento busca siempre ejemplarizar: plantea la exaltación en el espacio público de un personaje o un acontecimiento al que propone como referencia fundamental en el proceso de la inacabable construcción de la identidad y la memoria colectivas.