El artículo indaga la conexión entre el derecho penal y la arquitectura carcelaria con la finalidad de demostrar como el empleo de un cierto tipo de arquitectura responda a la voluntad de desarrollar técnicas de gobierno capaces de operar a un nivel de invisibilidad de la gubernamentalidad. Con este fin, se sirve de una novela de Bioy Casares, Plan de evasión, la cual visibiliza y reflexiona sobre la disciplina del cuerpo que se esconde tras la ilusoria belleza y salubridad de la arquitectura penitenciaria moderna.