El trabajo analiza una singularidad de la obra de Kafka. En ella no hay figura más frecuente que la de un hombre doblado sobre sí mismo, bajo el peso de fuerzas primitivas, al que Benjamín define el arquetipo de la deformidad. Partiendo de esta sugerente imagen benjaminiana y analizando el progresivo encorvamiento de las formas, que afecta no sólo a los protagonistas de la ficción kafkiana, sino también a sus ambientes, este estudio propone un lectura en clave estético-jurídica de El proceso, la cual demuestra cómo, detrás de la geometría curvilínea que estructura la novela, se esconde una genealogía del derecho moderno distinta de aquella visible en el discurso jurídico oficial.