Este estudio analizó las pectinas de las fresas utilizando microscopía de fuerza atómica (AFM) para visualizar sus cadenas y agregados. Las pectinas se trataron con una enzima específica, lo que resultó en una reducción gradual de la longitud de las cadenas y la desaparición de las ramificaciones tras 2 horas de digestión. El tamaño de los complejos también disminuyó, pero un tratamiento para romper enlaces de rhamnogalacturonano II no afectó la longitud de las cadenas ni el tamaño de los complejos, aunque sí redujo la densidad de los agregados. Esto sugiere que las pectinas podrían estar compuestas por homogalacturonano y unidades más complejas, donde el rhamnogalacturonano II podría jugar un papel en la formación de los agregados.