Los raudos avances en el campo de las tecnofinanzas provocan cambios estructurales en el sector financiero europeo. El objetivo es aunar la estabilidad económica con innovación tecnológica que, al mismo tiempo, coadyuva a implantar modelos de estandarización y homogeneización de más fácil supervisión y control y que propician una mayor garantía y transparencia al ciudadano-consumidor.
La UE ha apostado notablemente en 2018 por la lucha contra el fraude fiscal siendo un periodo fructífero en la comprensión y producción normativa en tal sentido.
Se prevé un rol relevante de la ABE en la supervisión de las instituciones financieras europeas en materia de normativa prudencial y lucha contra el blanqueo de capitales estableciendo sinergias entre ambas.
España incorpora de manera decidida instrumentos jurídicos europeos (transposición) y suscribe Tratados internacionales (ámbito OCDE) para testimoniar su compromiso decidido en materia de lucha contra el fraude en la ver- tiente multinacional (BEPS).