Este artículo además de recordar la inexorable pujanza de los sistemas de intercambio de información tributaria como medio de lucha frente al fraude fiscal, expone las líneas maestras del Common Reporting Standard (OCDE) como respuesta global de la comunidad internacional mediante la cual un nutrido grupo de países apuesta decididamente por la cooperación y la transparencia en la lucha contra el fraude y la evasión fiscal.
Su nuevo enfoque y la concreción de ciertas grietas hasta ahora abiertas nos inducen a pensar en su éxito a medio plazo tras la implantación obligatoria por las entidades financiera de aquellos países firmantes de esta iniciativa.
Un total de 51 países y jurisdicciones de todo el mundo firmó el 28 de octubre de 2014 un acuerdo multilateral para el intercambio automático de información sobre cuentas financieras. De ellos 48 países lo harán desde 2017. El intercambio de información se hará de forma automática y estandarizada.
El proyecto tuvo su origen en el llamado G5: Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y España en 2013 y sigue el modelo de los acuerdos bilaterales FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act) entre estos países y Estados Unidos.