El incremento de la frecuencia de la torrencialidad en ámbitos mediterráneos es una cuestión preocupante y no solo desde el punto de vista hidrogeomorfológico, sino también desde el humano, socioeconómico e infraestructural. La definición del umbral de torrencialidad es clave para determinar la peligrosidad de un territorio determinado. En este estudio ajustamos diferentes clasificaciones de torrencialidad con los problemas e impactos identificados en dos áreas mediterráneas contrastadas de la provincia de Málaga, una de ellas caracterizada por un clima mediterráneo subhúmedo (Guadalhorce), y otra por un clima mediterráneo seco-semiárido (Axarquía). A partir del análisis de los datos pluviométricos de 18 observatorios (Red SAIH), los resultados determinan una escasa recurrencia de los eventos torrenciales predefinidos (>100 mm 24 h-1; >60 mm h-1), razón por la que proponemos el uso de un nuevo umbral de torrencialidad de menor duración, pero mucha más elevada intensidad (>10 mm 10 min-1), debido a que son muchos los episodios producidos por debajo de los umbrales anteriores, pero con consecuencias territoriales, como hemos constatado en el análisis mediático. La precipitación que se ajusta a este criterio ha sido definida como “precipitación geomorfológica” por su elevada capacidad de generar alteraciones en los componentes superficiales del territorio. Este tipo de precipitación presenta en ambos ambientes una alta recurrencia, un periodo de retorno prácticamente anual y una elevada erosividad.