La interacción entre ciencia, política y sociedad se encuentra en un punto crítico en el contexto actual, muy marcado por el cambio climático. La proliferación de información falsa obstaculiza esfuerzos globales para abordar esta crisis ambiental de manera efectiva.
En este escenario, los grupos de presión son considerados como actores importantes, ya que desarrollan estrategias comunicativas para orientar el debate público hacia una base científica y fomentar políticas ambientales responsables.
La presente investigación se centra en explorar las estrategias y tácticas que estos grupos emplean para combatir la desinformación climática. Al analizar la naturaleza de sus comunicaciones organizacionales, se pretende evaluar hasta qué punto son capaces de rectificar malentendidos y guiar a la sociedad hacia un entendimiento más preciso respecto de este tema.
Esta indagación se basa en la premisa de que una comunicación efectiva es indispensable para superar retos medioambientales, promoviendo así un enfoque informado y fundamentado para la toma de decisiones y la implementación de soluciones sostenibles.
En general, las estrategias examinadas apuntan de manera adecuada a construir una narrativa basada en la evidencia científica y a desmentir mitos y falsedades sobre el cambio climático. Una conclusión destacada es la efectividad de las tácticas que promueven la acción y participación a nivel local. La movilización de comunidades en proyectos específicos ha demostrado ser poderosa para contrarrestar la desinformación, mostrando cómo la acción colectiva puede contribuir a soluciones sostenibles.
Sin embargo, a pesar de los avances, se identificaron desafíos en la lucha contra la desinformación climática, como la resistencia de ciertos sectores a aceptar información científica y la necesidad de fortalecer la alfabetización mediática entre la población.