Hacer ciencia y comunicarla son actos de carácter transitivo claves en el desarrollo de la trayectoria académica de quienes firman este artículo. A pesar de trabajar en áreas de conocimiento muy diferentes, compartimos ambos objetivos. A ellos hemos
dedicado la mayor parte de nuestra vida profesional y cada uno de nosotros los ha ido perfilando a lo largo de un largo y sinuoso camino en el que hemos ido descubriendo que la investigación, como actividad y como producto, está impregnada , como indica Antonio Diéguez, como exponente de valores de naturaleza distinta , aunque son los denominados valores epistémicos o cognitivos los que, siguiendo a este autor, constituyen realmente su esencia fundamental; valores como la
simplicidad, la exactitud , la búsqueda de la verdad, el imprescindible apoyo empírico, la coherencia y las capacidades predictiva, unificadora y explicativa de los temas objeto de análisis, estudio e investigación.