El ser humano tiende a clasificar y definir, y cuando se enfrenta a lo
desconocido se puede generar una sensación de desconcierto. Me he
encontrado con este fenómeno a lo largo de mi vida profesional como
ilustradora científica. La ilustración científica requiere habilidades
artísticas para plasmar gráficamente contenidos científicos de manera
precisa y efectiva. Se encuentra por lo tanto en la intersección del arte
y la ciencia, desafiando las categorizaciones convencionales y revelán-
dose como una práctica inclasificable para algunas personas.