Considerar patrimonialmente la cultura del ocio en la Costa del Sol supone reconocer como ‘otro’ patrimonio los productos culturales generados por el turismo de ‘sol y playa’ en la Costa del Sol en los años 60 y 70, tratando como caso paradigmático de estudio la localidad malagueña de Torremolinos. Desde una concepción patrimonial alejada de parámetros tradicionales, reconocemos a esta localidad por objetos, lugares, edificios, espacios, ambientes y escenarios considerados banales, pero que proponemos como nuevos ‘monumentos’. De esta manera hacemos posible una lectura de la ciudad a través de distintos archivos de producciones humanas –artísticas, cinematográficas, arquitectónicas, literarias, etc.?; una especie de análisis estratigráfico que nos permite recomponer una identidad patrimonial incomprendida en su momento, a través de las diferentes capas de producciones culturales de estas dos décadas de intensa actividad turística.