La aplicación de la informática y del procesamiento de datos en la práctica totalidad de las actividades humanas ha traído consigo la transformación digital de los diferentes sectores económicos, fenómeno que se conoce como Cuarta Revolución Industrial. Los datos, o -mejor dicho- su acumulación y combinación en lo que se ha dado en llamar Big Data, forman la piedra central del sistema. En torno a ella, se han desarrollado una serie de tecnologías y técnicas de procesamiento que han permitido extraer la máxima utilidad a la información que contienen y aplicarla a los procesos productivos y de comercialización de productos y servicios. Entre tales, destacan el procesamiento algorítmico de los datos, el desarrollo de las diferentes formas de inteligencia artificial, la transmisión de datos a través de cadenas de bloques o blockchain o tecnologías como las basadas en el Internet de las Cosas (IoT) o la robótica. La transformación digital ha permitido importantes beneficios para empresas y consumidores, desde la creación de nuevas ventajas competitivas hasta la mejora de los procesos y de la productividad. También ha impulsado la innovación, el desarrollo de nuevos productos y servicios y ha permitido mejorar la calidad de estos. De forma paralela, la reducción de costes derivada de la utilización de estas tecnologías ha permitido que un mayor número de consumidores pueda acceder a servicios que hasta hace poco no eran asequibles.
En este trabajo de investigación nos dedicaremos al estudio del impacto de estas tecnologías y cambios en el comportamiento concurrencial de las empresas desde la perspectiva del Derecho de la competencia, siendo preciso analizar las distintas formas en que se pueden utilizar para llevar a cabo prácticas que pueden suponer colusiones anticompetitivas o conductas de abuso de posición de dominio.