Este artículo explora la capacidad del lenguaje cinematográfico como herramienta para el estudio del espacio arquitectónico dentro de un contexto social, cultural e histórico determinado. En concreto, la crisis sanitaria producida por el virus SARS-CoV-2 y las situaciones de aislamiento y confinamiento sobrevenidas, han dado lugar a una intensa reflexión sobre la habitabilidad doméstica y los modos de percepción que sus usuarios han proyectado sobre la vivienda como espacio de reclusión obligada. Se presenta una experimentación espacio-temporal-sensorial a través del lenguaje cinematográfico, propuesta a jóvenes arquitectos y artistas audiovisuales, en la que se ha indagado sobre la influencia de lo doméstico en el comportamiento humano, analizado tanto desde la realidad de su uso cotidiano intensivo como desde las distintas relaciones entre el interior personal y el exterior negado. Usando como metodología el análisis crítico de la producción de distintos cineastas y sus modos de acometer la práctica cinematográfica, se han materializado diferentes interpretaciones audiovisuales de la casa, sus objetos, sus habitantes, sus elementos de relación con el exterior y su concepto particular de transparencia. Los relatos resultantes han manifestado, desde lo fenomenológico, singulares modos contemporáneos de habitar, constatando la idoneidad del lenguaje cinematográfico como instrumento para narrar experiencias arquitectónicas.