El panorama contemporáneo actual ofrece numerosos ejemplos desde hace años en los que las controversias territoriales, los intereses de las grandes potencias y las cuestiones jurídicas se entrelazan. La anexión de Crimea en 2014 por parte de la Federación Rusa ha dado lugar a un sinfín de controversias jurídicas, centrándonos en este trabajo en un asunto particular. Los tesoros arqueológicos de Crimea que permitieron al Museo Allard Pierson de Ámsterdam (Países Bajos) realizar una exposición temporal (Crimea: Oro y Secretos del Mar Negro) que se desarrollaba justamente en el período temporal en que tuvo lugar la anexión de Crimea. La duda jurídica que surge respecto a la devolución de dichos objetos ha dado lugar a una disputa judicial desarrollada ante los tribunales de Países Bajos, donde salen a relucir numerosas cuestiones que guardan relación directa con el Derecho Internacional, en un tema donde arte, reconocimiento y controversias territoriales se entremezclan de manera apasionante (y apasionada).