En el primer bloque abordaremos una serie de temas vinculados a la estética de lo feo
como lo abyecto, lo siniestro o lo putrefacto; en el segundo nos centramos en distintos
tratamientos iconográficos que se han hecho a lo largo de la Historia de temas tildados
como “desagradables” o “escabrosos” como lo deforme, la enfermedad, la mutilación,
etcétera y donde veremos su desarrollo a lo largo de la Historia del Arte. Haremos
hincapié en las distintas teorías y prácticas artísticas desarrolladas a lo largo del siglo
XX. En el último bloque analizaremos la obra Joel-Peter Witkin que se mueve dentro de los parámetros que hemos analizado anteriormente, además de los propios de nuestra época y donde hemos intentado agrupar las particularidades de la obra en torno a una serie de ejes temáticos que no sólo se encuentran en la Historia del Arte, sino que también provienen de la filosofía, la estética, la espiritualidad entre otras disciplinas.
La obra de Witkin refleja el diálogo del artista con la Historia del Arte ya que recompone, cita y actualiza obras y modelos de la Historia del Arte occidental. Una de las constantes en la fotografía de Witkin es la relectura de los modelos arquetípicos de representación del cuerpo humano. La experiencia vivencial ocupa un lugar destacado dentro del proceso fotográfico. Siendo fundamental relación que aquel establece con cada una de las personas que interactúan con él a la hora de ir componiendo una obra.
Otro aspecto por destacar es su carácter de renovador de la iconografía cristiana. Para finalizar observamos el comportamiento de la obra dentro del Mercado de Arte durante estableciendo que la mayor parte de las ventas se producen en Estados Unidos. Siendo su obra más apreciada las de principios de la década de los ochenta del siglo XX.