Espacios temporales en suspensión es un proyecto pictórico que explora la iconografía del tenis como espacio de juego a modo teatral y con una pretendida figuración, para profundizar en última instancia en conceptos como el fuera de campo, el extrañamiento, el propio juego y la naturaleza abstracta de la pintura como medio plástico. La producción es un compendio de escenografías atemporales extraídas de diversas fuentes, como el archivo, internet o la propia imaginación. De modo que estas imágenes no guardan una relación directa entre sí, sino que actúan de forma autónoma, desligándose de su propia referencia fotográfica en la medida que se ven alteradas por el filtro de la pintura.