El texto que nos ocupa puede ser clasificado como texto circunstancial, ya que es fruto de la coyuntura concreta de desarrollo industrial habido en Málaga desde las primeras décadas del siglo XIX. Nuestra ciudad junto con Barcelona y Madrid, fue uno de los focos pioneros de España en el ámbito de la producción fabril. Este desarrollo industrial se mantuvo con ciertas dificultades como la falta de carbón mineral y carencia de un ferrocarril que hiciera posible su importación y la redistribución de los productos manufacturados. La desestabilización financiera de las inicialmente prósperas industrias malagueñas, sobrevino a partir de la plaga de filoxera que atacó a los campos de viñas a finales de la década de los ’70 de aquel mismo siglo.