Miguel Cabrera (¿Oaxaca, 1695? – Ciudad de México, 1768) fue uno de los más prolíficos y afamados pintores novohispanos del setecientos; protagonista indiscutible del panorama pictórico mexicano de mediados de la centuria. Junto a su taller, produjo un destacado número de ciclos pictóricos, algunos de los cuales repiten escenas de la vida de la Virgen, inspiradas a su vez en modelos grabados. Este método de trabajo ha llevado a cuestionar los conceptos de autenticidad, unicidad, originalidad, repetición, variación y copia, aplicados a tanto su obra como al proceder general de otros maestros de su contexto. Esta comunicación aporta datos sobre un último ciclo mariano, rubricado por el mismo autor en 1766 y del cual solo existían breves referencias a través del mercado del arte, añadiendo información inédita a partir del estudio de otro lienzo de la misma serie localizado en una colección particular malagueña.