Bacillus cereus es un saprófito del suelo y algunas cepas se sabe que pueden llegar a causar enfermedades en los seres humanos. Las plantas, al estar en contacto directo con el suelo, también pueden ser potencialmente colonizadas, ya sea en la filosfera o en la rizosfera. Herbívoros, como animales mamíferos o insectos, pueden ingerir la bacteria debido al consumo de verduras o comida precocinada contaminada por B. cereus. Las bacterias pueden llegar al intestino y vivir como comensales o patógenos, lo que puede dar lugar a una intoxicación emética o diarreica.
El desarrollo del biofilm es una etapa esencial en el ciclo de vida de B. cereus para su supervivencia y transmisión. Durante la formación del biofilm, una subpoblación específica secreta una matriz extracelular multifuncional compuesta por exopolisacáridos, proteínas y ADN extracelular. La acción colectiva de estos componentes consiste en construir adecuadamente la estructura que permite el ensamblaje de la comunidad microbiana. Uno de los elementos más atractivos de dicha matriz son las proteínas amiloides, gracias a sus propiedades químicas y a su papel multivalente en la fisiología bacteriana.
En estudios previos del grupo se ha identificado una región génica en B. cereus que codifica los genes sipW, tasA, bc1280 y calY que están implicados en la formación del biofilm. TasA y CalY se han descrito como proteínas amiloides, y se ha propuesto que CalY cataliza la polimerización de TasA dando lugar al ensamblaje de agregados y fibras que forman el esqueleto de la matriz. El gen bc1280 se encuentra en la misma región génica que tasA y calY. Además, este gen se encuentra exclusivamente en el grupo de B. cereus y solo se expresa en células del biofilm en comparación con células planctónicas.