Los servicios de redes sociales virtuales están permitiendo una mayor conectividad social, propiciando que se acorten las distancias sociales y posibilitando dinámicas interactivas hasta hace poco desconocidas.
En este artículo se analiza si los profesionales de la intervención social están conectándose entre sí en las redes sociales virtuales y si hay cierto reflejo entre las pautas de conectividad online y offline.
Desde un modelo experimental y mediante etnografía virtual se ha observado la presencia y conectividad en Facebook® de 77 profesionales que trabajan en 13 ONG de la ciudad de Málaga. A través de la metodología de análisis de redes sociales se ha analizado la estructura y se ha identificado a los influencers (Del Fresno García, 2015). Por otra parte, con el algoritmo de Clustering Coefficient se ha reformulado el experimento de “mundo pequeño” de Milgram (1967). Finalmente se ha utilizado el algoritmo de modularidad (Girvan y Newman, 2002) para detectar comunidades en Facebook®, las cuáles se han comparado con la distribución de los profesionales en sus organizaciones.
El análisis de las comunidades detectadas muestra la existencia de analogía entre las relaciones online y offline en función a ciertas afinidades. La combinación de una estructura social muy cohesionada y de determinados nodos puentes (Burt, 2005) posibilita los mecanismos de cierre y apertura (Burt, 2005). Para acabar se discute acerca de la oportunidad de incorporar las redes sociales virtuales a la intervención social como fórmula de cooperación y de intercambio de información y conocimiento.