La premisa fundamental sostiene que el dibujo requiere un tratamiento exclusivo, desafiando la noción de que se pueda representar completamente con palabras. La indagación sobre el dibujo en calidad de método de conocimiento iniciático y expresión artística autónoma conlleva un enfoque distintivo y vanguardista en el ámbito de la investigación de esta disciplina. Este planteamiento no simplemente concibe el dibujo como una habilidad técnica o una forma de expresión artística, sino como un vehículo que inaugura un proceso de comprensión profunda, proporcionando así un terreno singular para la autoexploración y la reflexión.